...la más cansada, pero la mejor.
Eso repito una y otra vez a mi marido desde hace un par de semanas.
Lo reconozco, envidio todo lo que va a vivir y siento todo lo que me voy a perder.
Después de las fiestas, vuelvo a trabajar y él se queda en casa con las nenas de padre en casa.
Han sido diez meses y medio duros, pero maravillosos. No cambio un segundo con mis peques por nada en el mundo. ¡Cuánto he aprendido y disfrutado!
Creedme, las guarderías y las niñeras se quedan lo mejor de nuestros hijos. Es parte del precio de vivir en esta sociedad. Y no sé si merece la pena, la verdad... Ahora mismo, a corto plazo, sé que no. A medio plazo, incluso a largo, no lo sé. En cualquier caso, veo difícil que nos convirtamos en una sociedad avanzada a corto plazo y no sé si quiero que mis hijas crezcan en una sociedad en vías de desarrollo, como las llaman.
Mis hijas quedan en las mejores manos, las del Superpapá, por lo que no tengo dudas sobre la calidad del tiempo en que estoy ausente. Pero no es fácil dejarlas, con todo lo que hemos vivido hasta ahora y lo que nos queda por vivir.
En cualquier caso, es la vida, es lo que hay y mejor mirar al futuro con optimismo y alegría.
Pero, Superpapá, te quedas la mejor parte.
Asi es... Nosotros, de hecho, hemos decidido pasar de guarde, por lo menos hasta septiembre. Yo cuido a la peque por la mañana mientras mi chico trabaja, y he pasado a trabajar por la tarde, media jornada mientras mi chico está con la peque. Pero en septiembre le tocará guarde... No hay mas remedio...
ResponderEliminar¡Qué bien que os podáis organizar así!
EliminarA mí la experiecia de la guardería no me gustó, pero conozco mucha gente que está contenta. Espero que sea vuestro caso.
La verdad es que me da rabia que tengamos que delegar así a nuestros hijos cuando lo que nos gustaría es poder seguir con ellos...