sábado, 29 de septiembre de 2012

Lluvia de colores

Vivo sobre un colegio y siempre me impresiona el despliegue de color de los días de lluvia, incluso si no nos visita el arcoiris.

Feliz fin de semana.


martes, 25 de septiembre de 2012

7 meses con Cachorrito

Hoy hace 7 meses y está preciosa.

El último mes ha pasado volando, como siempre.

Ayer alcanzó un nuevo hito: Subió sola las escaleras del tobogán. Ya gatea y se pone de pie a la menor oportunidad, incluso puede empujar algo y avanzar despacito, pero lo de los escalones me dejó fuera de juego. ¡Nunca dejan de sorprendernos!

Ha empezado a ir con nosotros a la piscina y, como en el resto de sus movimientos, se la ve bien coordinada.

En cuanto a la motridad fina, sigue utilizando la pinza básica, aunque, una vez tiene el objeto en la mano, puede fijarlo poniendo el pulgar en oposición. Le gustan mucho coger trocitos de pan o fruta.

Y, hablando de comida, este mes empezamos la introducción de alimentos distintos de la leche materna. La sentamos a la mesa familiar y procuramos que su menú se parezca al nuestro tanto como sea posible. Come purés, porque nosotros comemos purés, pero también trocitos de cosas. Hasta la fecha, ha probado: Patata, zanahoria, calabaza, calabacín, berengena, salsa de tomate, ajo, ternera, pollo, pasta para sopas, arroz, cereales para bebés sin gluten, galletas María, pan en varios formatos, naranja, manzana, pera, plátano, sandía y mango. Igual me dejo algo, pero creo que es un comienzo espectacular. Además, le gusta ser ella quien marca el ritmo y casi siempre la dinámica es: Mamá llena la cuchara, Cachorrito la coge, la vacía (sobre la bandeja, el suelo, la ropa, la cara, la cabeza, Mamá... y algo dentro de la boca), Mamá forcejea por la cuchara y volvemos a empezar.

Se mira mucho en el espejo y se encanta. También le gusta el cucu-tras y da continuidad al objeto.

Explora todo con la boca y ya tiene los dos incisivos frontales de abajo. ¡Pega unos bocados...!

Se nota que llora menos, aunque el carácter no se lo quita nadie.

Está más sociable con los adultos y acepta a otros niños, pero quien más le gusta es su hermana, con quien quiere estar y jugar, a pesar de que cobra de lo lindo en cuanto me descuido.

Ha aprendido que la mejor defensa es gritar como una posesa para que venga Mamá y lo hace, incluso, de forma preventiva (cosa que no me extraña, porque con lo bruta que es su hermana...).

Odia que la vistan y tolera mal estar quieta (o que esté quieto quien la sostiene).

Es una cotilla y quiere verlo todo, hasta el punto de quedarse sin comer. El mínimo sonido o movimiento llama su atención.

Es mi niña y es maravillosa. Pedir que durmiera ya sería demasiado, ¿verdad?

lunes, 24 de septiembre de 2012

Arte efímero

El otro día se dieron dos circunstancias: Pirañita estaba muy revuelta y había encontrado unas tizas que compré para una actividad que tenemos pendiente.

Como la casa se nos caía encima y ella quería jugar con las tizas, nos bajamos al parque, que tiene una plazuela con adoquines blancos, a pintar en el suelo.

Al principio, la textura le hizo gracia y le pareció entretenido pintar con los distintos colores.

Le frustraba, sin embargo, la facilidad con las que se rompían las tizas. Cada vez que una se partía le daba un disgusto.

El arte duró poco, porque yo no quería guiarla demasiado y porque, ¿quién puede resirtirse a unos columpios vacíos?

Cuando nos íbamos a marchar, me pidió el cubo y la pala. Un drama la vuelta a casa.

Fue una mañana de parque entretenida en la que dejamos huellas de arte efímero que desaparecerá en cuanto les caiga el riego encima.


sábado, 22 de septiembre de 2012

Patos al agua

Ayer inauguramos el curso piscinero, ¡y fue la primera vez que el Cachorrito se metía en una piscina!

Nos hemos propuesto ir por libre, dos papás para dos nenas: Una actividad en familia.

Con Pirañita empecé a ir a la piscina por libre, 2 veces en semana, cuando tenía 4 meses, siguiendo algunos ejercicios de "How to teach your baby to swim", de D. Doman. Le chiflaba, pero, al llegar el verano, nos cerraron la piscina cubierta de cerca de casa y la descubierta quedaba lejos, así que no volvimos hasta ayer.

¡Después de más de un año, recordaba algunas rutinas, contenía la respiración en algunos ejercicios y salía sola de la piscina, alejándose del vaso, como habíamos trabajado en su día!

Y, además, ¡hace pie en la zona menos profunda! Yo no salía de mi asombro y emoción.

Lo pasó en grande y está deseando volver.

Cachorrito iba de estreno y empezamos mal, porque tuve que despertarla para ponerle el pañal e ir al agua.

Recién despierta, entrar en agua fresca da mucha impresión, así que empezó a llorar sin consuelo, a pesar de mis intentos de hacer una entrada gradual.

Con mi marido estuvo encantada, aunque mi santo se despistaba alguna vez y ella metíera toda la cara en el agua, con el consiguiente susto. Movía muy bien brazos y piernas e hizo varios largos tan a gusto. También le gusto lo de zambullirse en el agua de forma controlada y ser lanzada de Papá a Mamá y viceversa a corta distancia.

Pero, era cogerla yo dos segundos seguidos, y el drama era infinito.

La vuelta al vestuario, mi marido con la mayor y yo con la pequeña, fue muy duro, porque nuestra chiquitina no paraba de llorar. ¡Hasta el pecho rechazaba del berrinche!

Mientras me cambiaba la dejé llorando en su silla, mientras la hablaba, y, fue volver a cogerla, y quedarse tranquila.

No sé qué pasó, pero, como teníamos en mente, la semana que viene las niñas cambian de vestuario y de progenitor. Ya veremos qué tal con su padre.

Al llegar a casa, cenas sin baño (que ya se habían remojado bastante) y a dormir. Ni que decir tiene que cayeron a plomo.

La semana que viene volveremos y quiero tener una sesión más estructurada.

Creo que va a ser una experiencia positiva para todos, a pesar de las llantinas de entrada y salida.

viernes, 21 de septiembre de 2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

Mezclando colores sin manchar

Ésta es una actividad que vi en Para mi peque con amor y que no encontraba tiempo de hacer, pero hace un par de días la peque dormía y Pirañita necesitaba marcha, así que nos animamos.

Material:
- Cartón
- 3 folios
- Pintura de dedos
- Papel film de cocina
- Celo

Desarrollo:
Colocamos los folios sobre el cartón, ponemos un poco de pintura de dedos de los colores que queremos mezclar en cada folio (yo la agüé un poquito para que fuera más fluído), cubrimos con el film y fijamos con el celo.

Pirañita no entendía qué se pedía de ella, así que se limitó a jugar y yo fui intentando que la pintura se aproximara para mezclarse. Al final, llamamos a los colores por su nombre y le gustó comprobar que había varios distintos y llamarlos por sus nombres. Le gustó especialmente el "purple", creo que por su sonoridad, más que por el color.

Para mezclar, usamos la manos, un vaso a modo de rodillo, un pimentero (y aprovechamos para romper el salero a juego) y una pelota.

También observamos, y nos encantó, que la pintura se deformaba bajo el plástico cuando la tocábamos.

Me gusta mucho el aspecto final que tiene nuestra obra de arte.

Siguiendo el consejo de Carlos, debería exponerlo en una galería; pero como me da pereza... ¿Alguien quiere pujar por esta obra irrepetible?


domingo, 16 de septiembre de 2012

Homeschooling

El homeschooling, o enseñanza en casa, lleva tiempo llamando mi atención, incluso antes de tener hijos.
Hoy he dado un paso más hacia este fascinante mundo apuntándome a un curso de preparación de materiales en el que aspiro a acercarme a una nueva metodología de trabajo.

No os lo voy a recomendar todavía, porque he de comprobar que merece la pena antes de animaros en ningún sentido.

El curso es online y dura un mes. Con el poco tiempo que tengo, espero que no quede aparcado, pues quiero sacarle todo el partido a mi inversión (de apenas 8 €, pero inversión al fin y al cabo).

Seguiremos informando.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Jaima-globo

No sé cómo llamar a esta actividad. la vi en un blog a través del de Babala.

El material es muy sencillo: Una funda nórdica y un ventilador.

1. Extendemos la funda y ponemos el ventilador frente al agujero.

2. Levantamos la sábana de arriba y dejamos que el ventilador la hinche.

3. Dejamos a las peques entrar y disfrutar.

La hice pensando más en Pirañita, pero a la vista está que Cachorrito también la disfrutó un montón.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Si las madres dominaran el mundo...

...todos los jefes conciliarían, para no tener la excusa de sus "grandes sacrificios" con sus subordinados.

22 meses con Pirañita

Otro mes que se pasa volando. Esta vez, al menos, tenemos la excusa de las vacaciones.

Todos dicen que ha crecido, y debe ser verdad, porque sigue pesando un montón, pero ha estilizado.

La veo más coordinada cuando camina y cuando corre, aunque el patrón no es perfecto todavía. También salta y he de reconocer que me hace mucha gracia. Ha mejorado el pateo y el lanzamiento, aunque hay que trabajar más. Y sigue bailando como una campeona. ¡Me encanta cuando lo hace con su hermana!

Está coloreando mejor, poniendo más color sobre las figuras. También alterna colores con más frecuencia de forma esponatánea. Además, hicimos una actividad con témperas que le encantó. Es dominantemente diestra y no deja atisbo de duda. Eso es bueno, porque significa que la dominancia lateral está establecida.
En cuanto al lenguaje, seguimos avanzando. Ya hay muchas palabras que expresa en dos idiomas y, si no le entendemos (o hacemos caso) en uno, prueba con el otro. Así mismo, ya empareja palabras, generalmente pares de objetos o sujetos y acciones. Es un proceso precioso.

Sus juegos se van complicando. Se propone hacer torres más altas, donde el límite es el número de bloques disponibles. Quiere desvestir y vestir sus muñecos, así como cuidarlos como Mamá hace con Cachorrito.

Tiene momentos en que sus muñecos aspiran a ocupar un lugar en la organización familiar, por lo general, ocupando el lugar de su hermana. Eso los convierte en buenas herramientas para potenciar ciertos comportamientos, pero también genera pequeños conflictos domésticos.

Le encanta el agua: Playa, piscina, bañera, fuente... Todo vale. Lo pasa fenomenal transvasando líquido, salpicando y chapoteando. Da gusto verla.

Los medios de transpote son otra de sus pasiones. Todo es mejor con ruedas.

Sabe bien lo que quiere y lucha por conseguirlo. Se reafirma en sus posiciones y lidia mal con la frustración. En una palabra: Perretas.
Intentamos ayudarla, evitando frustraciones innecesarias; pero en la vida hay que lidiar con muchas situaciones de este tipo y a veces tiene que afrontar la situación como buenamente sabe. Es una cuestión de madurez, pero también de aprendizaje. Hay que tener mucho tacto.

En el plano social, está muy reivindicativa. Ella es ella, dueña de su mundo, señora de su vida... Y, sin embargo, tiene ese puntito entrañable de consolar a su hermana, a otros niños..., incluso a los papás. Es un tira y afloja. Por otro lado, es muy sociable y se deja querer, aunque ya no se acerca a cualquiera así por las buenas. Hay que ganársela.

Sus hábitos se vieron desbaratados por las vacaciones, pero la vuelta a su rutina y sus ritmos está yendo muy bien. Lo ha pasado fenomenal y es una niña todoterreno, pero creo que agradece la predictibilidad de los acontecimientos, con pequeños cambios ocasionales.

Ha sido un mes precioso y estoy encantada con ella. Seguiremos informando.

martes, 11 de septiembre de 2012

Escondite a gatas

Hoy he jugado con nuestro Cachorrito a uno de los juegos favoritos de Pirañita a su edad: El escondite.

Por supuesto, aquí nadie cuenta ni se esconde demasiado.

Mamá sale a la carrera a 4 patas y dobla una esquina. Entonces grita: "Estoy escondida." "Nunca me encontrarás." "Jeje, no sabes dónde estoy.", y similares, antes de asomarse a la esquina, hacer contacto visual, reírse, esperar risa en respuesta y volver a esconderse.

Cuando se acerca la buscadora, se pueden hacer dos cosas: Dejarse encontrar o esperar a estar en su rango de visión para que vea el siguiente lugar en el que se esconde su presa.

Cuando por fin me encuentra, le digo qué bien lo ha hecho, la lleno de cosquillas y de besos y podemos volver a empezar o cambiar de actividad.

A las dos les ha encantado esta actividad a su debida edad y yo lo paso de maravilla. Además, es un gran incentivo para gatear y trabaja la continuidad del objeto.

A ver si hago una versión que podamos disfrutar las tres juntas.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Susto con el detergente

Hoy es domingo.

Los domingos son días de "descanso" (o eso dicen) y caos. Caos, porque nos permitimos romper la rutina y se produce uno de los acontecimientos que yo considero más peligrosos: Hay más adultos para vigilar a los peques.

Siempre lo digo: Cuanta más gente para cuidar a un niño, más posibilidades de que le pase algo.

El caso es que yo daba el pecho al Cachorrito mientras el Superpapá se afeitaba y Pirañita jugueteaba por la casa.

En esto, oigo al Superpapá retirar de la circulación (y de las manos de Pirañita) algo potencialmente peligroso.

Al momento, gritos, carreras... Bebé que sale volando hacia un lugar razonablemente seguro y Mamá al 100% en la situación de emergencia.

Pirañita estaba en pelotas (nada novedoso, llevaba toda la mañana así),  con jabón de color verdoso deslizando por su pecho y barriga hacia abajo. El Superpapá corriendo con ella al baño. Una de esas cápsulas de detergente para lavadora reventada junto a ésta, con el consiguiente pringue.

Bueno, no es para tanto, "a la lavadora y punto".

Entonces, el grito de alarma: "Tiene jabón en la boca."

Parece que nuestro trasto había reventado la cápsula con la boca.

Las gárgaras aún están en fase inicial, así que darle agua podía ser contraproducente, al arrastrar más jabón al estómago.

¿Solución?

Niña a la bañera y chorro de agua a la boca. Así sí que escupía. Pero, claro, en el fulgor del momento, Mamá no pensó en la temperatura y el agua fría para hacer gárgaras está bien, pero para ducharse, pues no tanto. Y, como ya estaba llorando desde el primer momento, tardé unos segundos en darme cuenta. Con el cambio de temperatura, no dejó de llorar, pero estaba visiblemente más cómoda.

Una vez estuvo bien aclarada de boca y cuerpo, la envolví en su toalla y empecé a tranquilizarla.

Superpapá: "¿La llevamos al médico?"

Soy de la opinión de que siempre hay que explorar y agotar otras opciones antes de ir a urgencias, así que llamamos al teléfono de intoxicaciones, donde el médico, bastante tranquilo, prescribió una cucharada de leche con aceite.

Como yo sabía que una cucharasa de semejante porquería sólo podía ser escupida, lo intentamos con una jeringa. Escupido.

¿Y con nubes?

Si ya lo decía Mary Poppings, que "con un poco de azúcar"...

Y así se tomó, calculo yo, como 3/4 de cuchara sopera de la pócima.

Poco después, arcadas y todo para fuera.

Ahí llamamos a mi padre, que es otorrino, pero algo sabrá, y nos dijo que, según lo sucedido y los pasos que habíamos seguido, él estaba tranquilo, Que estuviéramos vigilantes, porque igual vomitaba más, y listo.

Ahora el único problema es el mismo que tenemos con tantas otras cosas: ¿Dónde ponerlas para que no puedan  acceder a ellas?

viernes, 7 de septiembre de 2012

Si las madres dominaran el mundo...

...habría unos días asignados al periodo de adaptación escolar en los derechos de los trabajadores.

Soy una vaca lechera

O eso es lo que piensa Pirañita.

Lleva un tiempo "bebitizada".

"Er bebé, er bebé", "beii, beii".

Pero no, no es a su hermana a quien se refiere, sino a alguna muñeca.

Las sube, las baja, las desnuda, les cambia los pañales, las pone a dormir, las coloca en el carro, la trona, el orinal... ¡Y que no se me ocurra apartar alguna para poner a su hermana, que la arma!

Y, por supuesto, para tener "puaj, caca", hay que comer. ¿Y qué comen los bebés?

"Bist, bist"

"Pichuga", que digo yo.

Y no os creáis que basta con poner la muñeca, oso, buey, star trooper... en posición. No. Hay que levantar camiseta, abrir sujetador y ponerse al tema.  ¡Y luego al otro pecho! Que no se quede con hambre...

A veces le digo que le dé ella y, al principio, me mondaba porque, a falta de pezón, se los ponía en la hernia umbilical. Ahora hemos progresado y van al pecho.

Pero nada como el de Mamá, que tiene leche de verdad. Y ahí vuelve a la carga.

Como os decía, ni madre, ni nodriza; vaca lechera.

martes, 4 de septiembre de 2012

Pintar con los dedos

El otro día, Pirañita y yo tuvimos un rato para nosotras, mientras su hermana dormía. Hacía tiempo que quería hacer esta actividad me animé.

Empezamos por el tema higiénico: Mantel desechable y toalla tipo mandil para no poner todo perdido.

Después, probamos varias propuestas: Coger pintura de una paleta, estampar manos, estampar la paleta y poner pegotes de pintura directamente sobre el papel y extenderlos.

Lo pasamos bien, aunque la déspota de mamá no nos daba toda la pintura que queríamos (el bote entero, claro).

Le gustó mucho, así que seguro que repetimos.



lunes, 3 de septiembre de 2012

Primer diente

Ayer, nuestra benjamina nos dió una dolorosa sorpresa.

Había cogido mi mano y, al morderla con las encías... ¡Ay!

Y ahí estaba. Con 6 meses y 8 kg. de peso... El primer diente (o la primera puntita de diente, para los quisquillosos).

domingo, 2 de septiembre de 2012

Pediatras

Hace tiempo que quiero hacer una entrada sobre los pediatras, más concretamente, sobre el nuestro; pero no sólo.

Los pediatras son esas personas que nos acompañan a lo largo de la infancia y pubertad de nuestros hijos, ayudándonos a prevenir y afrontar los problemas de salud que puedan surgir. Por tanto, son personas importantes en la vida de nuestros hijos y nuestras familias.

Pero no todos los pediatras son iguales. Y no me refiero sólo al físico,  sino a la calidad profesional y personal.

Cuando nació Pirañita, decidimos llevarla al pediatra que tiene su consulta en el portal de al lado. Jugaban a su favor la próximidad y el echo de no necesitar cita previa, a pesar de lo cual no suele haber que esperar demasiado para que te atienda.

Yo siempre he dicho que nuestro pediatra no es que fuera de la vieja escuela, es que la fundó él.

Ni que decir tiene que es un señor mayor, pero, además, tengo la sensación de que lleva un par de décadas sin someterse a reciclaje alguno:

- "El pecho, a golpe de reloj, cada 3 horas, 10 minutos por pecho."
- "Entre tomas, le das agua."
- "Por la noche, 6 horas sin toma, para que se acostumbre a dejaros dormir. Si hace falta, le dais un poo de agua y chupete."
- "Si no hace cacas todos los días, está estreñida. Una cucharadita de zumo de naranja todos los días y verás que bien."
- "Habrá que ir dejando el pecho y dando biberón, que hay que meter ya las papillas." (consulta a los tres meses)
- "Dentro de dos semanas, empezamos con la papilla de frutas en la merienda. Se la haces con cualquier fruta, yogur natural o requesón y un chorrito de miel, para endulzar." (para un bebé de 3 meses y medio - cuatro)
- "Dentro de poco, hay que empezar con la papilla de 5 cereales." (para lo 4 meses)
- "¿Sigues dándole pecho? A este paso se casará y tendrás que ir a la iglesia a darle el pecho." (por mi bebé de 8 meses)
- "¡Eso es una exageración!" (sacar y guardar leche para las papillas)

Cuando pregunté si no sería malo dar miel, por aquello del botulismo, me preguntó dónde había oído semejante tontería. Que la miel es muy sana y muy recomendable a todas las edades y eso de esperar hasta el año no lo había escuchado en su vida (y eso que lo pone en los botes de miel...).

Con la mayor, escuchaba lo que decía, le daba la razón en todo, incluso si me trataba como si fuera tonta, y hacía lo que consideraba oportuno en cada momento. Vamos, lo que me daba la gana.

Con la pequeña, la consulta de los 3 meses fue la última: Deja la lactancia, mete leche de fórmula y papillas, qué burrada que almacenes leche...

¿Qué sentido tiene ir al médico si vas a pasar de todo lo que te dice?

Pensé en buscar otro pediatra, cosa en la que mi marido me apoyaba al 100%, pero, ¿por dónde empezar? El ensayo error se me hacía muy cuesta arriba, así que lo fui dejando.

A los 6 meses, nos tocaba vacuna, y allá que fuimos. La enfermera se alarmó un poco de que nadie la hubiera reviasado a los 4 meses y habló con una pediatra del ambulatorio (la que ella considera "la mejor"), que, a pesar de que se marchaba, nos hizo el favor de mirarla.

De momento, ya tenemos pediatra, pues hemos hecho las gestiones para que nos asignen a esta buena mujer. No sé qué tal nos irá, pero al menos le pareció lo lógico que estuviera con lactancia exclusiva y fuera a introducir alimentos complementarios ahora.

Como he dicho, el pediatra ha de ser una persona que trabaje con nosotros por la salud de nuestros hijos. Por tanto, hay que elegirlos con esmero.

Espero que ahora nos vaya mejor y podamos establecer con la nueva pediatra de las niñas la relación de colaboración, mutuo respeto y confianza que debería haber entre médico, paciente y padres.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Tocando madera

El lunes pasado estuvimos en la consulta de la pediatra después de la vacuna de los 6 meses.

Ahondaré en el tema de los pediatras otro día.

El caso es que era la primera vez que veía a la niña y, al auscultarla, me comentó: "Tenía un soplito, ¿verdad?"

Pues no, nadie nos había dicho que tuviera un soplito, ni en el hospital cuando nació, ni su pediatra habitual. Por tanto, aunque a priori parecía un soplo funcional (que no tiene ninguna importancia), nos mandaron al cardiólogo infantil a que comprobaran que todo estaba en orden.

El viernes madrugamos y nos plantamos en cardiología infantil de La Paz.

Lo primero que observé fue la cola de admisión de urgencias, donde había varios papás con sus peques, casi todos bebés.

Después, en la sala de espera, había varios niños y preadolescentes. Todos iban a revisión y tenían una cordial relación con médicos y enfermeras.

Recuerdo una niña a la que preguntaron: "¿Hoy no te acompaña papá?" A lo que respondió un: "No, hoy no podía faltar al trabajo." Contestación: "Como siempre te acompaña..."

¿Cuántas veces había estado esa niña allí?

Luego cambié de sitió y me senté junto al ascensor, de donde salió un niño poco mayor que Pirañita tumbado en una cama de hospital, seguido de sus preocupados padres.

Graciasa Dios, nuestra chiquitina no tiene nada. Su corazón es normal y su vida será 100% como la de cualquier otro niño sano. 

Sin embargo, esa visita no nos ha dejado igual que antes. Al menos, a mí no.

Mis hijas podrían estar en esa cola de urgencias mañana, ser ese niño ingresado al que hacen pruebas en busca de un diagnóstico y acabar siendo conocidas de médicos y enfermeras por su enfermedad crónica.

Nadie está exento. No sabemos qué pasará mañana. Pero hoy estamos bien y, sólo por eso, vale la pena dar gracias a Dios.

Además, quiero aprovechar para enviar mi apoyo y cariño a todos esos niños y padres que pasan por algún tipo de enfermedad. Mucho ánimo.