lunes, 29 de octubre de 2012

Cambio de hora... ¡Insumisión!

Toda la vida, he odiado el cambio de hora de invierno. Si los días ya son cortos de por sí, ¿qué necesidad hay de acortarlos más?

Ha pocas cosas más deprimentes que levantarse de noche y salir del curro de noche. Es como vivir en una oscuridad perpetua, incluso si tienes una ventana maravillosa con luz natural en la oficina. Si esto último no se da, la sensación es casi sofocante.

Dicen que se ahora... Pero no dicen quién. Las familias no, porque pasan una hora extra de oscuridad y frío en casa. Son las empresas las que ahorran a costillas de los trabajadores, que gastan más luz y calefacción en casa.

Pero, este año nadie me dice dónde ni cuándo tengo que estar. Soy una mamá en casa y soy yo quien pone las normas. Además, mi marido tiene flexibilidad de entrada y salida del trabajo, por lo que nos hemos declarado insumisos del cambio horario.

Ahora sí que somos europeas, porque comemos entre las 12:00 y las 12:30, los baños empiezan como tarde a las 19:00 y aquí todos en la cama bien prontito (o lo que se dejen), porque también nos levantamos una hora antes.

Cuando comentaba mi plan maestro con otras mamás, sé que muchas se hubieran apuntado a la insumisión si no fueran esclavas de las guarderías y colegios. Porque, seamos francos, ¿qué haces con los niños tooooda la tarde en casa y sin poder salir porque a las 18:00 de la tarde está anocheciendo y hace un frío del carajo?

¡Insumisión al cambio horario!

Si tu vida te lo permite, únete.

sábado, 27 de octubre de 2012

Vamos a la biblioteca

Las niñas y yo llevamos ya un tiempo yendo semanalmente a la biblioteca.

Al principio, íbamos los martes por la mañana, pero la semana pasada lo cambiamos al miércoles por la tarde para participar en la actividad de cuentacuentos que hay programada semanalmente para los más pequeños.

Esta semana volvimos y debo decir que estoy un poco decepcionada. Mi hija menor, por supuesto, no se engancha con el cuento, ni mucho menos; pero esperaba que la mayor mostrara un mínimo interés.

No sé si es la excitación del entorno, la presencia de tantos niños, la posibilidad de rodar como una croqueta sobre una colchoneta, que los tipos que cuentan los cuentos tampoco tienen mucha gracia (y esto es un hecho ya demostrado), que la actividad no está orientada para niños de su edad... O todas a la vez.

El primer día, al menos, el narrador hacía que los niños se movieran y participaran mucho y, por imitación, mi hija también hacía los gestos y decía las cosas que se esperaban de ella. La segunda vez fue un desastre porque, además, el cuentacuentos hablaba casi susurrando y hasta a mí me costaba seguirle.

En ambos casos, los cuentos eran bastante tontos y aburridos, lo que no creo que ayude tampoco demasiado a que los niños se enganchen. Pero bueno, parece que los mayores, en su afán por participar y tras muchos años de adiestramiento en la escuela, son capaces de mantener la calma hasta el final. La mía, que es más agreste que las flores del campo, no es capaz de tener el culo quieto y he tenido que ir en su busca y captura en varias ocasiones, pues encuentra que la maleta del cuentacuentos, llena de marionetas y juguetes, es más atractiva que el cuento.

La segunda vez ni siquiera esperé a que terminara el cuento y me marché, porque tampoco es plan de seguir dando la nota cuando la cosa no va a ir a mejor.

Por tanto, volveremos a ir los martes por la mañana, que no hay nadie en la sala infantil y mis niñas pueden mostrarse todo lo agrestes que son, coger un libro detrás de otro para que mamá se lo lea o sólo para echarle un ojo, y tomar prestados aquellos que hayamos elegido para la semana.

Además, el segundo día que fuimos saqué carnet de biblioteca a Pirañita y es ella quien, con ayuda y bajo la supervisión de mamá, saca y devuelve los libros. Quiero que sea una persona autónoma y creo que poder elegir, sacar y devolver sus propios libros es parte de ello. Y, cuando sea capaz de leerlos sola, ya no os quiero ni contar.

Creo que, aunque muy estresante para mí, ir a la biblioteca es una actividad muy educativa para ellas.

viernes, 26 de octubre de 2012

23 meses con Pirañita

Un poco más y me dan los dos años, y es que ya no queda nada para que nuestra hija mayor deje de ser definitivamente un bebé para ser una niña en toda regla.

Este mes el lenguaje a seguido mejorando: Más vocabulario, estructuras más complejas, diferenciación de los dos idiomas (español e inglés). Además, ha empezado a contestar cuando rezamos e intentar cantar parte de las canciones. ¿Su favorita? "Cumpleaños feliz".

Desde el punto de vista motriz, se nota que está mejor coordinada, tanto en la marcha, como en la carrera. Aún lleva los brazos bajos en esta última, pero noto cómo los va subiendo poco a poco.

A nivel de motricidad fina, la noto suelta. Estamos trabajando las típicas fichas de seguir líneas y, cuando quiere, consigue seguir alguna línea recta. Maneja muy bien los objetos pequeños y los coloca con bastante precisión.

Ya conoce un buen número de colores y le gusta identificarlos y que se los vayas diciendo. Sólo los dice en inglés, pero es cuestión de práctica que los aprenda en español.

Está muy interesada por los números y los colores. Tanto es así, que hemos empezado a trabajarlos de forna explícita. El detonante fue el día que me empezó a pedir que le leyera las matrículas de los coches. Yo no hubiera empezado tan pronto, pero, si ella lo pide, creo que hay que dárselo.

También identifica algunas formas: Círculo, estrella, corazón...

Como ya he dicho, todo le llama la atención. Le gustan especialmente las flores. Las busca, las señala, identifca su color...

Desde el punto de vista social, ha avanzado mucho. Ya nombra a sus amigas del parque, pregunta por ellas y ha participado en su primer cumpleaños infantil.

Su relación con su hermana también prospera. Ahora me da casi más miedo cuando la quiere que cuando se enfada. Se tira sobre ella, le da besos, intenta montarla como si fuera un caballo, la agarra y empuja para que vaya a donde ella quiere... Busca la interacción y pregunta por ella cuando no está.

Con los adultos, muestra claramente sus preferencias, a veces se pone tímida y se relaciona con mucha normalidad.

En cuanto al PIS, seguimos con pequeñas fugas, ha empezado a usar el váter (aunque prefiere el orinal) y se limpia solita (y luego mamá repasa). Aún usamos pañal para la siesta y la noche.

De tamaño, está enorme. No la he medido ni pesado, pero mi espalda puede confirmar que lo que digo es cierto. ¡Y está usando una 26 de pie!

Mi bebé se hace mayor. Es triste y emocionante a un tiempo.

jueves, 25 de octubre de 2012

Si las madres dominaran el mundo...

...los rotuladores sólo serían endelebles cuando los usa mamá.

Miércoles con educajas: En el colegio

Ya vuelvo a tener un "Miércoles con educajas" en jueves... Si no tuviera la etiqueta, igual debería cambiarle el nombre...

Tengo una amiga que es profesora de educación infantil. Este año está dando clase a niños de 5 años.

En el momento en que le hablé de las educajas, vio en ellas un potencial, tanto para trabajar en casa con sus hijas, como para incluirlas dentro de su organización en el aula.

Es una persona innovadora y ahora está trabajando por proyectos y organizando la clase en rincones. Su idea es incluir tareas a modo de cajas en esos rincones, de modo que los alumnos tengan una serie de actividades que realizar, en este caso, a lo largo de la semana, autoregulándose y gestionándose a sí mismos.

Su objetivo es que desarrollen la autonomía y, ya de paso, tener más tiempo para el trabajo individualizado o en pequeño grupo con sus alumnos.

Uno de los problemas que se ha encontrado es el tema organizativo.

¿Cómo marcar qué cajas están hechas y cuáles no? ¿Y si la tarea está empezada, pero no terminada?

Yo le he propuesto que haga un cuadro de doble entrada, con los nombres de los alumnos en un lado y las cajas en otro, además de una columna extra de "Ahora estoy haciendo...". La idea es que el niño no deje nada en la caja, sino que, al comenzar una, tome la tarjeta correspondiente y la coloque en la columna de "Ahora estoy haciendo...". Cuando la termina, la coloca en la casilla de la matriz que corresponda. De este modo, es muy visual lo que cada uno está haciendo, qué ha terminado y qué le queda por hacer.

Espero que le salga muy bien.

Actividades de la semana #2

La semana pasada, quería sacar partido  las hojas que recogimos la semana anterior y trabajar sobre el otoño.

Fue un poco descepcionante descubrir lo rápido que se habían degradado las hojas y, a partir del jueves, trabajamos con hojas impresas, porque las otras estaban hechan una lástima.

Tema de la semana: Otoño

Actividad 1: Nuestro árbol 1: El tronco

Esta actividad es parte de un proyecto en dos sesiones. En esta primera sesión, pintamos un DinA3 de marrón. Cuando secó, mamá le echó imaginación para ver cómo había quedado el tronco y perfilarlo.

Actividad 2: Nuestro árbol 2: Las hojas

Pegué nuestro tronco en la puerta de un armario y preparé celo y parte de las hojas que recogimos la semana pasada para ir pegándolas encima. Como las hojas no estaban secas, pegaban un poco mal y la benjamina de la casa iba arrancando lo que íbamos pegando, pues toda su obsesión era zamparse las hojas.

Pero, bueno, al final, no quedó mal del todo.
 
Actividad 3: Pintando con hojas
Esta actividad fue un desastre desde el punto de vista de su propio concepto, pero, como es maravillosa, mi hija le dio otro sentido y siguió siendo valiosa.

La idea inicial era mojar las hojas en pintura diluida, pero nos pasamos de agua y no pintaba nada, así que pusimos pintura sobre la que pasábamos las hojas, pero no se impregnaban lo suficiente. Al final, probamos a externer pintura y presionar con las hojas encima, pero apenas se apreciaba.

Lo de las hojas fue un fracaso, pero jugamos con agua coloreada y pintura de dedos y lo pasamos muy bien (aunque Mamá se frustrara un poco...).

Actividad 4: Clasificar hojas por su aspecto

Esta actividad la hicimos el jueves y, como nuestras hojas naturales estaban inservibles, opté por entrar en Recursos para Educación Infantil e imprimir varias copias de algunas imágenes chulas de hojas. Después, se las dejé a Pirañita en una de sus educajas y a ver qué salía.






Aquí podéis ver el resultado, sobre la banqueta del baño, porque yo estaba limpiando y se vino a jugar cerca.
 
Creo que aún está un poco inmadura para estas actividades, pero le gusta manipular las imágenes y hacer sus composiciones.

Actividad 5: Clasificas hojas por su tamaño y/o forma

Utilizando las mismas imágenes del día anterior, hice varias copias en distintos tamaños.

Le gustaron mucho, aunque, de nuevo, ordenó a su aire.

Actividad 6: Taller de gusto

Esta semana hemos trabajado los cuatros sabores básicos tradicionales. El unami lo hemos dejado fuera porque no sabía cómo presentarlo, ya que yo misma sólo tengo una idea orientativa de cómo sabe y no conoco ningún alimento en el que se presente de forma tan dominante como para no confundirlo.

Fue una actividad que desarrollamos en varios días: 
- Lunes y martes: Salado (sal) y dulce (azúcar).
- Miércoles y jueves: Amargo (té) y ácido (limón).

Lo hice con las dos niñas y me resultó sorprendente. A Pirañita le gustaron todos sin excepción. A Cachorrito todos menos el ácido, con el que ponía una cara muy divertida.

Además, todos los días leíamos: "Aprende los sentidos. El gusto con el Panda Pablo". Es un libro muy flojo, pero es el único que teníamos en casa sobre este tema.

Fue una semana intensa y muy divertida. 




miércoles, 24 de octubre de 2012

¿Educación o adiestramiento?

A veces veo a otros padres con sus hijos y me gusta observar cómo actúan: Cómo se mueven, hablan, tocan, miran, hablan, relacionan...

Y he localizado a un tipo de padres que me llaman la atención: Los "adiestradores".

Supongo que suena un poco peyorativo, pero no sé cómo llamar a una persona que utiliza el condicionamiento operante para obtener un comportamiento, si no es éste.

Lo sé, lo sé... Todos usamos sistemas de refuerzos con nuestros hijos en mayor o menor medida, de forma más o menos consciente. Todos tenemos un punto de "adiestrador" de niños, y me parece algo, no sólo normal, sino incluso bueno.

Pero los padres "adiestradores" lo son de manual. Y no lo digo por decir, pues la mayoría siguen pautas externas de algún libro, psicólogo, curandero... Alguien les ha dado una receta magistral que soluciona el problema concreto que genera el niño: Agresividad, rabietas, dormir...

Si el niño hace "a", usted haga "b" y, sobre todo, no se le ocurra hacer "c" y "d".

Hoy día, como está mal visto, se suelen evitar los castigos corporales, los gritos y los insultos. El castigo suele ser el aislamiento y la recompensa el reinicio de las relaciones.

El ejemplo más concreto que se me ocurre es el "has hecho esto, pues ahora quédate aquí a pensar".

He oído a algunos padres quejarse de que no les funciona. Supongo que depende de la percepción del niño sobre su propia exclusión y el modo en que maneja el peso afectivo de esa situación.

A mí, la sola idea de que pensar sea un castigo me repele,  por lo que probé el "5 segundos sin jugar". No.me marchaba, no la ignoraba, sólo le hacía quedarse quieta y le decía que la quería, pero que tenía que comprender que golpear (que es el único motivo por el que la castigaba) no era lícito. Nunca llegó a los 5 segundos porque ella se angustiaba y, cuando notaba su malestar, daba por supuesto que el castigo había funcionado (se había dado cuenta de que algo no estaba bien) y generaba un momento de reconciliación y consuelo.

Incluso esta exclusión descafeinada hacía sufrir mucho a mi hija y, en poco tiempo, la desterré como método. Hoy día sólo le hago pedir perdón e intento que sea en un ambiente de reconciliación, mimos y besos para todos. No niego que, en ocasiones, cuando la pillo en medio de una agresión a su hermana, le pido que se aparte, a veces de malas maneras, o la aparto yo con poca delicadeza. Pero, en el momento en que la víctima está en una posición segura, surge la oportunidad de reconciliación. Si intento forzarla, casi siempre la rechaza; pero, si la invito con cariño a participar con un beso y un abrazo en el consuelo de su hermana, suele acceder inmediatamente.

Una cosa que me incomoda muchísimo del adiestramiento por exclusión es la incapacidad que se genera para que el niño pueda ir a pedir perdón, iniciar su proceso de reconciliación y asumir como propia la empresa de resarcir al otro por la agresión.

He visto a niños llorando cuyos padres no sólo no los consuelan, sino que no aceptan ningún acercamiento por parte de su hijo lloroso. He visto niños que se autocastigan, a veces tranquilos y a veces llorando a moco tendido.

Veo niños sufriendo y padres deseando poder estar ahí para ellos, haciéndose los duros para que el niño ni siquiera lo sospeche. Hay que seguir la norma o el condicionamiento no funcionará.

No veo que esos niños se porten mejor que otros. A veces, incluso da la sensación contraria, porque sus padres "están a la que salta", pues no puede quedar acción sin castigo, incluso aunque los niños hayan terminado llegando a algún tipo de compromiso entre ellos.

Pensando en ello, mi conclusión es que los padres a los que llamo "adiestradores" se diferencian del resto porque el énfasis de sus procesos está en lo reprobable y el sistema se basa en refuerzos negativos y modelos de "amor condicionado".

En la carrera estudié que esos modelos producen niños obedientes y llenos de inseguridades. Sospecho que eso no lo cuenta el manual de turno.

Sólo espero que dentro de mi modelo educativo mis hijas tengan una certeza: No hay nada que puedan hacer que me pueda llevar a no quererlas, que sea irreconciliable, que no se pueda perdonar (que no disculpar). Eso no significa que sus acciones no vayan a tener consecuencias, sólo que esas consecuencias no serán que sus padres no las quieran o las alejen de ellos.

Todos "adiestramos" a nuestros hijos en mayor o menor medida. Yo me propongo hacerlo en positivo.

Vosotros, ¿cómo "adiestráis" a vuestros hijos?

martes, 23 de octubre de 2012

Por un hospital más humano

Siempre me han parecido horribles las políticas superrestrictivas que hay en las UCIs respecto del acompañamiento de los pacientes. Son varias las personas que conozco a las que han mandado a casa tras una urgencia con un ser querido (padre, madre, hijo, hermano...), por no ser horario de visita en la UCI para, poco tiempo después, recibir una llamada de condolencia por la muerte de esa persona.

Hablamos de gente que ha muerto sola, alejada por la burocracia de sus seres queridos, que hubieran hecho lo imposible por acompañalas.

Y no digo que no hayan de haber limitaciones o precauciones, pero de ahí al aislamiento afectivo... Yo lo veo como una forma de maltrato al paciente.

Y, si con adultos me parece horrendo, ¿qué decir de las UCIs infantiles?

Si está demostrado que los pacientes mejoran antes y tienen mejor pronóstico con sus seres queridos cerca, si es una batalla que ya se ganó para los prematuros, si ya hay muchos hospitales de Madrid (Ramón y Cajal, Gregorio Marañon, 12 de Octubre, Niño Jesús...) que ya permiten a los niños enfermos sentirse arropados por sus padres, ¿por qué La Paz tiene que ser una excepción?

Algunos padres, hartos de verse forzados a sufrir viendo a sus hijos padecer más trauma por la separación que por la enfermedad, el dolor físico o los procedimientos médicos; se han unido para cambiar las cosas.

Aquí podéis firmar para apoyar esta iniciativa por la apertura a los padres de la UCI pediátrica del Hospital Universitario de La Paz.

Gracias a todos por firmar. Miles de niños y sus familias os lo agradecerán. Y, si podéis darle difusión, hacedlo, por favor.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Miércoles con educajas: Las nuestras

Llevamos un par de semanas con esto de las educajas, así que aún no hay nada cerrado.

Nosotros elegimos utilizar cajones de sobremesas para nuestras cajas. Están bien, porque caben bastantes cosas, aunque se quedan pequeñas para algunos libros. Cuando eso sucede, coloco los libros encima del "mueble".

Descubrimos que es mejor poner los cajones de abajo arriba, para mantener el efecto sorpresa.

En nuestro caso, elegimos utilizar 8 cajas, en lugar de las 12 que propone Sue, porque nuestras nenas son aún pequeñas y pensé que no necesitábamos tantas. A veces dudo si me he pasado y, otras, si me he quedado corta.

Nuestras cajas están numeradas, pero por poner algo. En realidad, trabajamos en modo "buffet", se hacen según apetece y, además, no hay ni mínimos, ni máximos. Si se hacen, genial; si no, no pasa nada (aunque confieso que suelo animar a Pirañita a terminar las suyas).

En cuanto al tiempo y la asistencia materna, no hay límite. El tiempo, porque ella misma no aguanta la misma actividad mucho rato; y la asistencia, porque no veo razón para ello. De hecho, quizá debería ser yo quien me autolimitara las intervenciones, porque, a veces, creo que intento guiarla de más.

De momento, nos están gustando, pero llevan mucho trabajo, a pesar de que mantengo material de un día para otro y trabajo mucha rotación de material con pequeñas novedades. Pero da igual, porque no quiero que todos los días sean iguales y, aunque sea lo mismo, al menos, que aparezca en un orden distinto. Al final, entre unas cosas y otras, me estoy acostando a las tantas todos los días.

Para muestra un botón: Mi "Miércoles con educajas" es en jueves...

viernes, 12 de octubre de 2012

Si las madres dominaran el mundo...

...no habría una barriga vacía, una cabeza sin techo, una mano sin herramienta, una mente sin conocimiento, un corazón sin amor, ni una boca sin sonrisa.

El apasionante mundo de la educación en casa

La educación en casa, o homeschooling, es algo que descubrí hace años sin buscarlo, pues había una familia a la que estaban juzgando en España por presunto absentismo escolar. La familia ganó el juicio y ahí terminó la historia para ellos, pero no para mí.

Desde entonces, me he topado con noticias varias sobre homeschoolers y he leído algo sobre lo que tienen que decir. Además, he descubierto que, aunque en España es una opción minoritaria, casi desconocida y alegal; en otros países es una realidad reconocida e, incluso, bien considerada por parte de instituciones educativas como las universidades, que ven cómo las personas que han sido educadas de este modo destacan en autonomía, creatividad, capacidad emprendedora...

La idea me atraía, pero, ¿quién tiene el tiempo, los recursos y, por qué no, el valor de coger a sus hijos, quedarse con ellos en casa y ser padres y además maestros?

Siempre pensaba que me encantaría dar ese tipo de educación a mis hijos, pero lo veía como una aspiración inalcanzable.

Ahora lo estoy haciendo realidad.

No lo he buscado, pero ha venido a mí.

Mi reducción de jornada era vista por mi empresa con malos ojos y, para estar de malas, decidí prolongar mi excedencia.

Ahora, no sé cuándo volveré a trabajar, puede ser después de Navidad, el año que viene o en un futuro menos claro; pero ya no importa. Ya sé lo que quiero y lo que estoy haciendo.

He tomado las riendas de la educación de mis hijas y no sé a qué puerto nos llevará. Ése es uno de los atractivos de esta aventura.

Y no, no digo que no vaya a escolarizar a mis hijas, sólo digo que no es la única opción y que, incluso haciéndolo, quiero que el colegio esté al servicio de la educación de mis hijas y no las revés.

De hecho, ¿no se supone que ésa es la función real del colegio? Entonces, ¿qué estamos haciendo mal para que no sea así?

miércoles, 10 de octubre de 2012

Miércoles con educajas: ¿Qué son?

Hoy me apunto a los miércoles con educajas que hacen algunos blogs de homeschoolers en español, dado que encuentro poca información en castellano.

Las educajas son una metodología de trabajo que permite al niño ser más autónomo en su proceso de aprendizaje y a enseñante a organizar el trabajo del alumno de forma eficiente y sencilla para ambos.
La primera ver que leí sobre educajas fue en el blog De la vida sin escuela y, después, encontré la referencia al curso de ALAS en B aprende en casa.

El método fue creado Sue Patrick para trabajar con su hijo autista y, tras escribir su libro, se ha extendido bastante, especialmente en el entorno de la eduación en casa.

El sistema original cosiste en preparar cada día 12 cajas con una actividad cada una. Cada caja contiene todo lo que es necesario para desarrollar la actividad (papel, libro, colores, mp3, tableta...). Se asigna un tiempo máximo a cada caja (lo normal son 20 min.).

Asociadas a las cajas, pero no sólo, se preparan también unas tiras en las que hay pegadas unas tarjetas con los números de las cajas, así como con la indicación de otras actividades a realizar a lo largo del tiempo de trabajo. Además, hay una serie de tarjetas especiales: tarjeta de inicio de sesión, tarjeta de fin de sesión, tarjeta de descanso,3 tarjetas de ayuda que el niño puede utilizar para obtener apoyo del adulto, tarjetas de "actividad con el adulto", "actividad en grupo"...

Una vez preparado todo, la mecánica es como sigue:

1. El niño coge el tarjetero, toma la primera tarjeta, que será la de inicio de sesión, y la pone en su lugar correspondiente, así él y los demás saben que está trabajando.

2. Ahora el niño coge la siguiente tarjeta y actúa en consecuencia. Digamos que la segunda tarjeta fuera para un momento de oración. El niño rezaría y dejaría su tarjeta en el cuadrante de actividades.

3. El niño coge la siguiente tarjeta y actúa en consecuencia. Pongamos que fuera la primera educaja. El niño pega la tarjeta en la caja, la saca, realiza la actividad propuesta, para la que ya tiene todo el material en la caja y, cuando termina, pone la caja en la zona de descarte. Es importante tener en cuenta que la caja no vuelve a la cajonera, sino que se apila en algún sitio destinado a ello. Esto sirve para que el trabajo que el niño lleva hecho sea muy visual, lo que refuerza el sentimiento de logro.

4. El niño sigue haciendo las actividades en el orden marcado por el tarjetero hasta llegar a la tajeta de fin de sesión, que cambiará por la de inicio para marcar que ha terminado y no le queda nada más por hacer.

La idea es que el niño haga todo su programa con completa autonomía. Sin embargo, el niño puede tener dudas o necesitar ayuda para realizar alguna actividad. En ese caso, el adulto apoyará al niño cuando sea necesario. Sue propone 3 tarjetas de ayuda para limitar la dependencia del niño y animarle a intentar resolver los problemas por sus propios medios.

De todos modos, no creáis que esto es cerrado, ni mucho menos. Casi todo el mundo adapta el método, en mayor o menor medida, porque ni todos somos Sue Patrick, ni todos tenemos las mismas necesidades que su hijo y su familia. Cada uno "reinventa" el método para que se ajuste a lo que necesita en cada momento, por lo que puede haber adaptaciones distintas incluso dentro de la misma familia, porque los distintos hijos tengan necesidades diferentes. 

De momento, lo dejamos aquí. El miércoles que viene hablaremos la adaptación que hemos realizado en casa y de qué otras adaptaciones se me ocurren o he visto que podéis hacer para que funcione con vuestros hijos. 

lunes, 8 de octubre de 2012

Cuando no es una...

La semana pasada pasamos unas noches de escándalo. Yo ya no sabía dónde meterme. La peque se dormía, pero era imposible ponerla en su cuna, porque se despertaba. Ni siestas, ni de noche. Estaba desesperada.

La niña estaba malita y creo que es lo único que le pasaba. Al mejorar su estado general, ha vuelto a dormir como acostumbra, que no es para echar cohetes, pero peor es nada.

Y, ahora que la Peque está estable, es la mayor la que da guerra.

Resumiendo mucho: No hay quien la duerma.

Horas y horas pasamos a turnos mi marido y yo. Llantos, pataletas, jugueteo, canturreo... Hay de todo y, poco a poco, nos va minando las fuerzas.

Las quiero con todo mi corazón y no cambio un segundo con ellas por nada en el mundo, pero... ¿podríamos disfrutar alguno de esos segundos durmiendo?

domingo, 7 de octubre de 2012

Buscando en el baúl de los recuerdos... Desvelos

Mi hija no se dormía y me ha pedido de todo: Canciones, brazos, mimos, teta (y eso que está destetadísima y no sabe qué hacer con ella)... Finalmente, me ha pedido "silla", "buggie".

Ahora duerme en su sillita y yo hago tiempo para que Morfeo la tenga bien agarrada antes de cambiarla a la cuna, pues ya se me ha despertado en el intento anterior.

He recordado que mi padre dice que las malcrío y las hago "caprichosas".

No creo que fuera tanto un capricho, como que se había desvelado y buscaba una manera de dormirse.

Acunándola, he recordado este momento de mi infancia...

Tendría unos 4 años, no más de 5, porque sólo vivimos unos meses en aquella casa.

No me encontraba bien. Vestía un pijama de un pieza, de esos con calcetines incorporados. Me encantaban esos pijamas y sólo tenía áquel. Era rojo y azul, del Pájaro Loco. Es el único recuerdo que tengo de aquel pijama.

Entré en el cuarto de mis padres. La luz estaba encendida. Estaban los dos.

Les dije que no estaba bien, que no lograba dormirme.

No sé si estaban en pijama y se vistieron, o si se estaban poniéndose el pijama y volvieron a arreglarse, pero recuerdo movimientos de preparación.

Recuerdo el garaje oscuro. Recuerdo un comentario sobre la carretera de La Coruña (que pasaba cerca de nuestra casa).

Para mí, La Coruña debía ser un producto cosmético en un bote de plástico rosa con tapón negro, que había en un gran cartel publicitario de la carretera. Y, El Escorial, algo parecido...

Recuerdo la oscuridad, ilumonación de farolas, mi padre conduciendo y estar en brazos de mi madre.

Recuerdo cierto traqueteo al volver a casa.

Mis recuerdos terminan en el garaje.

Mi padre dice que las malcrío y las consiento, que les doy demasiado.

Voy a acostar a mi niña.

Buenas noches.

viernes, 5 de octubre de 2012

Actividades de la semana #1

Me he dado cuenta de que estamos haciendo muchas actividades chulas y tengo dos opciones: Convertir esto en un blog de actividades o aglutinar en una entrada varias actividades.
Como no quiero limitar el blog sólo a actividades, he optado por esto último.
Y así surge este nuevo espacio en el que os contaré cómo han sido las actividades más vistosas de la semana.
Tema de la semana: Los colores.
Actividad 1: Vasos y pinzas
Como ya la conté, no repito, me limito a dejaros las fotos.
Actividad 2: Recogida de hojas
El miércoles salimos al parque a recoger las hojas que utilizaremos para algunas de las actividades de otoño: Verdes, amarillas, marrones y rojas.
¡Qué bonito está el parque en otoño! No nos queríamos volver a casa.
Actividad 3: Pasta de colores
Esta actividad está inspirada en una que hicieron con espaguetis en El sonido de la hierba al andar.
Cocimos pasta para sopa, de esa que llaman "piñones" y la repartimos en 3 pequeños contenedores, donde les añadimos colorante alimentario: Amarillo, azul y rojo, respectivamente. Después, pusimos un par de cucharadas de dos de los colores en cada bolsa: Azul-rojo, azul-amarillo, amarillo-rojo. Además, hicimos lo mismo en otros contenedores.
La idea era mezclar con las manos el contenido de las bolsas cerradas y con una cuchara el de los contenedores. Tuvo más éxito para Pirañita la segunda propuesta, pero los colores no mezclaban ni queriendo. Con las bolsas mezclaban mejor, pero porque rompíamos la pasta.
La actividad me decepcionó un poco, porque el resultado final no era muy fino.
A Pirañita, por otro lado, le encantó, sobre todo la parte de comerse la pasta multicolor.
Actividad 4: Agua de colores
Una actividad sencilla y vistosa.
Disolvemos un poco de témpera roja, azul y amarilla en tres vasos de plástico y luego mezclamos dos a dos en otros vasos.
Sencilla y genial. Nos a encantado.
Además, para recoger, ponemos toda el agua en un recipiente grande y vemos qué pasa.
Y éste es el resumen de nuestra primera semana homeschooler.
He puesto sólo estas actividades, porque son las que he fotografiado. A ver si estoy pendiente y puedo ir compartiendo las actividades centrales de cada día.




Si las madres dominaran el mundo...

...la asistenta sería parte de las ayudas sociales a la maternidad.

martes, 2 de octubre de 2012

Vasos y pinzas

Para la actividad central del día de hoy, no tenía nada pensado. Estaba montando las educajas y, como ahora estoy improvisando sobre la marcha, pensé que tenía que ser algo rápido de montar con el material que tenía a mano y sobre uno de los temas que estamos trabajando.

Tema: Los colores.
Material: Unas pinzas de una educaja de Cachorrito del día anterior y unos vasos de los mismos colores que las pinzas (rojo, azul, amarillo y verde, que son los que hemos trabajado hasta ahora).
Actividad: Poner las pinzas en los bordes de los vasos, así, además de los colores, trabajamos la motricidad fina.

Lo ha pillado al momento y ha estado muy entretenida por su cuenta. Después se ha cansado de accionar las pinzas (que le cuesta mucho) y me las traía para que las colocara yo.

Cada día me sorprende más cómo se desarrolla y lo autónoma que puede ser.


¡Fuera!

A sus marcas...

Preparados...

Listos...

¡Fuera!

¡Y ya estamos en carrera!

El primer día os mostré nuestras tarjetas, el segundo nuestras cajas, ayer os mostré todo el material listo para arrancar y hoy os cuento de qué va todo esto.

Como algunos recordaréis, hace unas semanas os hablé de un curso de métodos de homeschooling al que me había apuntado. No os conté que me había enterado a través de B aprende en casa, ni sobre que el curso lo organizaba la Asociación ALAS.

El curso me encantó y, a pesar de mi poco tiempo personal, lo hice en pocos días (si bien es cierto que el curso en sí es corto).

Hecho el curso, decidí probar el sistema de educajas (workboxes) con mis dos niñas. Pirañita es pequeña, pero puede aprovecharlo; en el caso de Cachorrito es más para organizarme yo que por ella.

Tengo en mente un proyecto educativo ambicioso (que ya será menos, pero de ilusión...) y muchas ganas de hacer cosas, pero, como siempre, poco tiempo.

De momento, esto parece más un proyecto de informática o una biblioteca municipal que un avión: Hemos lanzado al mundo algo a medio parir, a medio planificar, aún no sabemos dónde estarán la mitad de las cosas... Pero, como no se nos va a matar nadie, lanzamos el proyecto así y ya iremos haciendo "ñapas" conforme vaya "petando".

El arranque a sido duro, porque el material y el pograma están un poco a medio hacer, pero quería empezar, aunque fuera así, porque, si espero a tenerlo todo, no empezamos nunca. Me propuse esta fecha y aquí estamos.

A Pirañita le ha llamado mucho la atención. Le gusta el factor sorpresa de las cajas (cuando lo hay) y se ha mostrado muy dispuesta.

Me ha sorprendido un par de veces, porque ordenaba las cosas por sí misma y estaba pendiente de todo. Además, la "actividad principal" del día era pintura de dedos para mezclar con las manos, de una actividad que vi en Disfrutando juntos, y le ha gustado bastante.

Cachorrito no ha comprendido la dinámica, pero le han gustado todos los cuentos y juguetes que le había preparado. Además, como esperaba, Pirañita, que sí se da cuenta, se apunta a todas las actividades de su hermana, por lo que puedo utilizarlas para reforzar y compartir cosas juntas.

Mañana vamos a probar a empezar las cajas desde abajo, en lugar de desde arriba, para que todas sean sorpresa y no veamos la siguiente actividad al sacar la anterior.

Os iré contando cómo nos va.