domingo, 19 de mayo de 2013

Querer otro

Ayer estábamos con otros papás de dos por la tarde. Su pequeñajo tiene 9 meses y está ya hecho un hombrecito.

Lo otra mamá y yo compartíamos nuestra pena porque este periodo tan bonito dure tan poco y, como suele pasar en estos casos, la conversación evolucionó hacia los terceros. Y ése es el momento en el que nuestros maridos se hacen los locos, matizan que ya tenemos bebé, nos recuerdan que llevamos años sin dormir... Vamos, que ni de coña.

Tenemos una tercera amiga que dice que no sabe por qué, pero parece que a partir de que cumplen un año y empiezan a andar, apetece otro.

Es duro que te apetezca tener otro hijo y a tu pareja no, del mismo modo que debe serlo que tu pareja quiera uno y no te sientas con fuerzas de dárselo. Es una situación que requiere de mucho amor, comprensión y respeto mutuo.

No negaré que a veces envidio a esas mujeres que dicen que ya no quieren más, que están satisfechas y se han plantado porque era lo que ambos querían.

Yo, cada vez que veo a una embarazada o a un bebé, me alegro muchísimo por la felicidad que intuyo, pero no puedo dejar de pensar: "Quiero uno."

Tampoco sé si un tercero me saciaría. Igual después querría un cuarto, incluso un quinto. Es un posibilidad real que, por cierto, escala fatal.

De momento, me he resignado a que no es nuestro momento. Igual en el futuro nos animamos, pero los años pasan y se acerca la barrera de los 35, a partir de los cuales creo que deberíamos plantarnos y no buscar, por el modo en que aumentan los riesgos para el niño.

Me dejo en manos de Dios y de mi marido. Sé que entre los tres llegaremos a la decisión adecuada en el momento oportuno.

Sin embargo, lo confiero: Quiero otro.

2 comentarios:

  1. Nosotros vamos a por el segundo... y es que también queremos otro! Sobre todo nos anima el hecho de pensar la de valores positivos que aporta una relación de hermanos.

    besitos!

    ResponderEliminar
  2. Yo estoy encantada de haber tenido a la segunda tan pronto. Es duro, pero es una pasada verlas juntas.

    ¡Ánimo y mucha suerte!

    ResponderEliminar