miércoles, 15 de mayo de 2013

2 años y medio con Pirañita

Después de los dos años, decidí dejar de escribir mensualmente sobre el desarrollo de la peque. Cada dos meses, sonaba razonable, pero los dos meses pasaron y no escribí. A los tres pasó lo mismo, e incluso a los cuatro... Los cinco los dejé pasar porque total...

Pero de esta no podía pasar. Los 2 años y medio son un momento perfecto para reflejar dónde estamos.

Pirañita está pasando por una fase llena de altibajos. Tan pronto quiere hacer las cosas sola, como te pide que la cojas "like a baby".

Estamos afrontando muchos cambios, incluida una reciente mudanza, y estamos atravesando una fase de adaptación que no está siendo nada fácil.

A nivel motriz, se nota que se siente más segura, pues se lanza a afrontar nuevos retos, sobre todo en materia de escalada. No obstante, no es muy intrépida y suele buscar el apoyo de alguno de sus papás para enfrentarse a la novedad.

Por otro lado, no para de correr y saltar y le encanta hacer equilibrios en los bordillos. También le encanta explorar distintos modos de desplazarse: Hacia delante, de lado, de espaldas...

Su motricidad fina sigue mejorando. Algún día debería hablar de su evolución en el dibujo y el coloreo. Ya traza formas a las que atribuye un significado claro y rellena muy bien los dibujos para colorear.

A nivel afectivo, está muy tiernita. Quiere ser el centro de atención, la eterna protagonista, la que lleva la batuta... Pero no es así. Su hermana ha entrado con fuerza en esta nueva fase y, ahora que no hay una niña y un bebé, sino dos niñas. Pirañita está intentando ver cómo encajamos todos en la nueva estructura. Tiene muchos mimos y la lágrima fácil.

A pesar de la evidente rivalidad, las dos hermanas se adoran, se buscan, juegan juntas e, incluso, colaboran. Pero Pirañita quiere mangonear a Cachorrito y la benjamina de la casa ya no se deja. Tenemos miles de mini-conflictos diarios que, gracias a Dios, acaban felizmente en perdones y mimos.

Al grito de "mimos bed" o "la cama de los mimos", se lanza sobre la cama de sus papis y lo pasamos en grande los cuatro: Cosquillas, juegos, caballitos, superman... Es una gozada.

El pañal está superado desde hace tiempo. Alguna vez apura los tiempos y hay que cambiar las braguitas, pero nada grave. Queremos quitarle el pañal mientras duerme, pero hemos valorado que es mejor esperar, porque ya tiene suficiente con lo que tiene.

Estos meses la han visto hacerse una "chica mediana", como dice mi suegra. Atrás quedaron el chupete y el biberón de agua de la mesita de noche. También hemos aparcado el carro, aunque como el de su hermana está en funcionamiento, aún aprovecha alguna vez para ir sentada.

La edad la ha vuelto tímida. Ya no se va con cualquiera, ni hace gracias a desconocidos. Sin embargo, tampoco tarda en coger confianza y exhibirse delante de cualquiera qud quiera admirarla.

Habla cada vez mejor. Su vocabulario es bueno y sus estructuras gramaticales cada vez más complejas. Eso, en castellano. El inglés lo entiende perfecto, pero no produce de forma expontánea. Tengo que hacerme la loca y pedirle que traduzca lo que ha dicho para que me hable en inglés. Es el precio de ser madre trabajadora y dejar a tus hijos en manos de otros...

Creo que es una niña sana y feliz y que su desarrollo es adecuado a su edad. Son muchos los cambios y logros que hemos experimentado en estos meses, y es una gozada ser su madre.

Sólo me arrepiento de no pasar más tiempo con ella y con su hermana. Es por eso que he pedido la excedencia. Los últimos 6 meses han sido preciosos, pero también duros. Es hora de volver a estar ahí para ellas haciendo lo que más me gusta: Ser una mamá profesional.

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