martes, 12 de junio de 2012

PIS: Día 3

Ayer, una vez acostada, Pirañita no podía dormir y pidió "caca" (todo lo relativo al pañal) 3 veces, así que la levanté, le quité el pañal y la puse al orinal. El último pisete del día cayó en su sitio, pero acompañado de una llantina considerable. Pensé que igual tenía cacas, pero nada...

Hoy empezamos con una niña dispuesta a jugar en el orinal, pero sin nada que dejar allí. Igual teníamos que haberla puesto más rápido al levantarse... Quién sabe.

El día tuvo un punto dramático. Sentarse en el orinal era sinónimo de llantina y se resistía a hacer pis. Al final, todos los pisetes empezaron fuera y, por cabezonería de mamá, acabaron dentro. Sin embargo, ni mimos, abarazo, ni canciones frenaron su creciente aversión a sentarse y no ha hecho caca en ningún momento.

En la siesta, volvió a pedir "caca", como anoche, y decidí cambiar el escenario habitual utilizando el orinal del pasillo en lugar del del  baño. No hizo nada, pero, al menos, estuvo feliz y contenta.

Ambas salidas fueron un éxito: Fuimos y volvimos sequitas.

En cualquier caso, me siento frustrada e insegura.

¿Por qué ha empezado a llorar? ¿Es normal? ¿Nos hemos precipitado al quitarle el pañal? ¿La estamos presionando mucho? ¿Le transmitimos mucha ansiedad? ¿Qué podríamos hacer para que estuviera cómoda y feliz?

El fin de semana largo ha terminado, los tres días han pasado y ya nos hemos zambullido en la piscina de retirar el pañal. No me preocupa demasiado la idea de tener que salirnos porque no hagamos pie, pero sí la de atragantarnos y acabar cogiendo miedo al agua por haber saltado pronto o mal. Al fin y al cabo, no tenemos prisa y sí muchas ganas de hacer las cosas bien.

El tema es que la niña cumple todos los requisitos clásicos para empezar el entrenamiento de control de esfínteres y, por lo que e visto, esperar no garantiza que estas cosas no vayan a pasar sólo porque la niña sea más mayor.

Seguiré retransmitiendo, aunque ya no será día a día.

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