miércoles, 14 de agosto de 2013

¿Dónde nace la violencia?

Hoy estaba en el parque de una cafetería ocupándome de mis peques mientras mi marido atendía a unos familiares.

En un momento dado, un niño de dos años y medio o tres pega a una niña de más o menos la misma edad. De pronto, aparece el padre gritando y el niño se esconde en un tubo e intenta que su padre no le atrape.

"¿Es que no me tienes suficiente miedo? Después de lo que has cobrado esta mañana, deberías saberlo mejor. ¡No te escondas que te voy a dar!"

Y así, en ese pulso de me escondo para que no me pegues, lo agarró de un brazo, lo sacó en volandas y le pego un par de bofetones entre gritos.

Pasado un rato, el niño volvió al parque y volvió a pegar a la misma niña.

El padre del muchacho volvió a hacer acto de presencia.

"¡Es que no aprendes! ¡Con la de bofetadas en la cara que te he dado hoy! ¡Tú es que eres tonto! ¡Toma otra, a ver si aprendes!"

Y le soltó un bofetón que le giró la cabeza, antes de cogerlo y marcharse.

No sé si debería haber dicho algo. Odio ver que hay padres así de violentos, pero pienso que igual al final empeoro la situación para el niño y me callo.

Lo primero que me vino a la mente fue: "Si tú resuelves tus diferencias con él a golpes, no te extrañe que ésa sea su forma de resolver sus diferencias con otros."

No quiero que mis hijas jueguen con niños pegones, porque se convierten en víctimas y, además, pueden acabar tomando el mal ejemplo del sujeto en cuestión. Sin embargo, reconozco que me da pena pensar en los problemas que ese niño ya tiene en casa y que le van a generar fuera de ella para el futuro.

También pienso que seguro que ese padre quiere a su hijo y está tratándole como cree que debe hacerlo, probablemente porque a él le criaron a golpes. Eso no le justifica, pero hace que también sienta lástima por él, que tiene con su hijo una relación de terror en vez de amor.

Igual debería haber dicho algo, aunque sigo sin saber cómo podría haberlo hecho sin desprecio, ni ira, y entonces no hubiera cambiado nada. Hay que tener una cierta templanza para intervenir en una situación así, sin hacer que el padre se sienta juzgado y condenado, que es el único modo de conseguir que te escuche.

Espero no tener que presenciar más casos como éste, pero, por si se diera, ¿vosotros qué diríais?

5 comentarios:

  1. Yo no puedo ver algo así, es superior a mi. Y tienes razón, seguro que ese padre fue criado a golpes. Pero la diferencia estriba en que ese padre tiene acceso a la información que hay hoy día sobre educación y pedagogía, y puede modificar su conducta. No tiene justificación. El niño, en cambio, es una víctima que no dispone de herramientas ni autonomía para cambiar un comportamiento.

    Quizás, de la mejor manera posible, le indicaría que es un delito penado ejercer esa violencia contra el niño. Que cualquiera puede grabar un video y denunciarlo. Así, sin miramientos, porque soy muy bruta con la violencia. No puedo evitarlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es algo que decir, desde luego, pero no creo que esa amenaza cambie el problema de base, ni le haga reflexionar. Igual se inhibe en el momento, por evitar la confrontación, pero nada más.

      Por otro lado, ¿cuándo es el.momento de denunciar? No me parece trivial arriesgarse a meter a un niño en un proceso como ése si no hay una certeza de que le vamos a hacer un favor. Igual ese padre es más que mejorable, pero no tengo claro que un centro de menores sea mejor...

      Eliminar
    2. Pues tienes toda la razón... le haría reflexionar una advertencia, una amenaza? Tal vez no.

      Yo lo planteaba mas bien como una amenaza. Porque otra cosa no se me ocurre para frenar la situación. Realmente denunciar por denunciar, siin conocer en absoluto el problema de fondo no lo veo positivo y los centros de menores son en muchos casos incluso contraproducentes en el desarrollo 'sano' de los pequeños. Pero... seguir indiferentes a qué conduce? Cómo ciudadanos que ven un caso de maltrato no deberíamos mostrar pasividad: tenemos cierta responsabilidad ética y moral hacia el niño... Es una situación difícil.

      Eliminar
  2. Me gusta pensar que, al ver a otros padres educar de otra manera, puedan pararse a pensar sobre el modo en que educan a sus hijos y que hay otros caminos.

    En cuanto a la responsabilidad, creo que hay que hacer algo, pero no veo claro qué. Pienso que algunas veces la gente se reafirma en sus errores cuando las críticas no son constructivas; y eso redunda en una situación aún peor para el niño.

    ResponderEliminar
  3. Pufff difícil decisión. No sé si actuaría pero dan ganas de llamarle la atención. Hay que predicar con el ejemplo, esta claro. De nada vale decirles que hagas tal o cual cosa cuando luego tu vas y haces justo lo que le has dicho que no haga...
    Lo justo creo que sería decirle algo al padre porque quien defiende los derechos de ese niño?

    ResponderEliminar