jueves, 3 de noviembre de 2011

Garabatos

Cuando Pirañita tenía 8 meses, le compré unas ceras de colores para internarnos en el maravilloso mundo de las artes plásticas. Por supuesto, lo primero que hizo cuando tuvo una en al mano fue metérsela en la boca. Por suerte, había comprado unas ceras adaptadas para niños de 1 año (no encontré para más pequeños), que no son tóxicas.

De vez en cuando, la sentaba en el suelo, ponía delante de ella una cartulina de tamaño DIN A-3 y sus ceras y dejaba que jugueteara con ellas.

El caso es que, de un tiempo a esta parte, ya las muerde menos y dibuja más. Con 11 meses, es capaz de hacer garabatos de varios colores sobre su cartulina y lo pasa en grande. De hecho, por política personal, siempre corto la actividad antes de que se canse de ella, para que se quede con ganas de más, y es una pequeña lucha conseguir que me entregue la última cera que ha quedado en su poder.

Además, el fin de semana pasado, le compré una mesa con dos sillas que le han encantado, aunque las sillas le quedan un poco altas todavía. Así que, casi todos los días, se sienta en su mesa y recibe su dosis de material de dibujo para que se exprese a sus anchas. Ella encantada, claro. Y yo también. Me encanta ver lo mucho que está avanzando la coordinación óculo-manual de nuestra peque.

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