lunes, 9 de septiembre de 2013

Escolarización: Primer día de colegio

Como ya os conté, decidimos escolarizar y el lunes nos tocaba empezar las clases.

Llegamos un poco tarde, porque así evitábamos algunos de los momentos dramáticos de la mañana, que podían sentar un mal precedente a nuestro objetivo: Cero lágrimas.

La profe tenía sentados a los niños en la asamblea y se disponía a empezar un cuento. Me senté en el suelo y Pirañita siguió la historia sentada en mi regazo.

Después, la profesora fue diciendo los nombres de todos los niños para presentárselos al resto. Pirañita no quiso que cantaran su nombre en la ronda de presentaciones (y no fue la única), a lo que la profe respondió que ya lo cantarían al día siguiente. 

Era hora de explorar la clase y descubrir los rincones. Durante la presentación de cada rincón, mi peque no quería separarse de mí, pero sentía mucha curiosidad y yo me fui situando en un segundo, tercer, cuarto plano, según se fue dejando.

Al final, estaba jugando tan contenta, llamando la atención de la profe sobre esto y aquello y probando distintos rincones.

La hora del almuerzo se vio marcada por una "desgracia": Una niña descubrió que su mamá no le había llevado nada para comer. Cuando estuvo claro, informé a la profe de que mi niña tenía dos magdalenas, si la otra peque no tenía problemas para comerlas (ya sabéis que ahora lo raro es que no haya un par de alérgicos. De ese modo, Pirañita pudo llenarse de orgullo al tener la oportunidad de compartir.

Todos fueron saliendo al patio, mientras los último terminaban el almuerzo (entre los que se encontraba mi hija). Poco después, la profe de inglés les invitó a salir y Pirañita la siguió sin mirar atrás, por lo que decidí quedarme en el aula y esperar a ver qué pasaba.

Cuando regresaron a la clase, se prepararon para irse a casa y esperamos a que llegaran los primeros papás para marcharnos.

El primer día contaba como éxito, ya que Pirañita quería volver al cole el martes.

El segundo día, apuramos la hora de entrada otra vez. Un lobo de marioneta estaba introduciendo el cuento.

Pirañita se sentó en mi regazo y no quería que la soltara, pero tampoco perder ripio del cuento.

Cuando volvieron a presentar los rincones (era el primer día para algunos niños), mi niña quería verlo todo, pero con mamá al lado.

Después de explorar un poco, se puso a jugar a "los pinchitos" y le dije que si le parecía bien, me iba a casa de la abuela a por Cachorrito y volvíamos a por ella. Al principio dijo que no, pero en seguida le pareció bien.

Eran las 10:20 cuando salí del cole.

El tercer día, la dejé en la puerta con la profe, me despedí y me marché; tal como habíamos pactado. Estaba un poco retraida, pero se dejo llevar a la asamblea y se integró en el grupo.

Cada día, hemos ido un poco más pronto, por lo que hemos sido testigos de más drama y lágrimas. Sin embargo, Pirañita no ha llorado ni se ha asustado. Todos los día se desorienta un poco al llegar, porque hay mucho caos. Sin embargo, se deja acompaña y se acomoda a la dinámica de la clase.

La profe me ha dicho que está muy contenta. Pirañita se ha adaptado genial, mejor que muchos niños de guardería, y, según la maestra, es una niña muy completa (que no sé exactamente lo que significa, pero parecía algo bueno a la par que inesperado por cómo lo dijo).

Parece que hoy, viernes, hemos tenido el primer incidente. Por lo visto, un niño ha empujado a Pirañita en el patio y, según ella, la profe debería regañarle (supongo que ese término lo ha aprendido en el cole, porque en casa no lo usamos, por tener una carga muy negativa y poco constructiva).

El lunes preguntaré a la profe sobre ese tema, aunque sospecho que no habrá sido nada grave. Sin embargo, quiero saber qué es lo que ha pasado y cómo se ha resuelto, para poder hablar de ello con mi peque.

También he pedido la primera tutoría para finales de mes. Quiero que valoremos el proceso de adaptación y sabes qué van a hacer los niños a partir de octubre, qué dinámica tendrán en el aula y ver cómo generar sinergias positivas con el trabajo que hacemos en casa.

Creo que Pirañita aprendería más en casa, pero ahora no me podría quedar con ella en casa y creemos que el cole puede ser una buena "guardería". En cualquier caso, tenemos los ojos y la mente abiertos y no nos da miedo valorar otras opciones si no nos fuera bien; aunque parece que, de momento, todo va fenomenal.

Debo decir que creo que este aterrizaje suave, acompañando su proceso y respetando su ritmo ha sido la clave del éxito. Tengo que agradecer a la profesora que nos lo haya puesto así de fácil.

1 comentario:

  1. Pues parece un comienzo bueno, aunque según pasen los días se produzca alguna nueva situación -como el caso del incidente- que precise atención extra o explicaciones... Nosotros estamos en un camino parecido con la escuela infantil..

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