domingo, 26 de agosto de 2012

6 meses con nuestro Cachorrillo

¡Medio año ya!

Parece que fue ayer y hace una vida (la suya, claro)...

Los últimos días han sido un no parar:

- Ya se sienta toda tiesa, con las manos libres para jugar.
- Gatea en patrón cruzado, con el culo y la cabeza arriba. ¡Hasta puede mirar hacia dónde va!
- Se coloca de rodillas apoyándose en algo.
- ¡Incluso se pone de pie apoyándose sobre su mamá o su papá!

Además, pasa objetos de una mano a la otra, se lleva todo a la boca (y la boca a todo, que "si Mahoma no va a la montaña..."), gorgojea, ríe a carajadas, frunce el ceño... Hace un montón de cosas.

Y, claro, tantos logros tienen eco en nuestras actividades.

Sentarse perfectamente supone que podemos ponerla sentada en la silla, además de tumbada; ha conquistado la trona (cosa con la que Pirañita no está muy conforme) y la hemos incorporado a la mesa familiar; y, sumando que gatea sin arrastrarse, ha hecho sus primeros pinitos en el arenero y los columpios. ¡Ahí es nada!

Por otro lado, la llegada a los 6 meses supone también otro cambio importante: La introducción de nuevos alimentos.

Aún no está muy claro cómo queremos abordarlo. Ya había probado el agua, el zumo de naranja y un trocito de sandía. No habiendo previsto otra cosa, ha inaugurado el medio año con un pico de pan (de esos alargados y crujientes, ¡y con gluten!). Ayer sólo chupó el exterior, pero hoy ya ha erosionado un poco y, no preguntéis cómo, se ha llenado la cara de pan baboso.

Su sociabilidad va en aumento. Sigue extrañando cuando alguien que no es habitual la coge en brazos, pero ríe las gracias de todo el mundo. Está monísima.

A su hermana la sigue a todas partes y quiere todo lo que ve en sus manos. Como también sucede al revés, hay que andarse con ojo, para que no haya problemas.

Mi bebé se hace mayor. Atrás quedó el recién nacido desvalio. Mi pequeña ha cogido carrerilla y ya sólo le queda ir ampliando su movilidad y autonomía. Nuestro es el reto de volver a hacer la casa segura para un bebé que está gateando, y en vías de bipedestación, que se lleva todo a la boca. Lo malo es que ahora será más difícil, porque antes no teníamos otra peque para generar entropía. ¡Qué miedo!

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