viernes, 2 de noviembre de 2012

8 meses con Cachorrito

Otra vez me pilla el toro. Ando bastante liada, pero no quiero dejar de escribir esta entrada, así que allá va.

Está muy grande. No sé cuánto, porque hace tiempo que no la peso, pero la última vez pesaba 9 kg, así que al menos 9'5 no se los quita nada. Mis brazos dicen que más, pero igual es por la ropa de invierno... En cualquier caso, está vistiendo ropa de cuando su hermana tenía un año y le va ajustando poco a poco, así que...

A nivel motriz, empieza a estar muy segura de pie. Se levanta, se sienta, se levanta. Se pone tiesa como una vela, cambia de mueble... Incluso la he visto dando algunos pasitos tras el correpasillos. De todos modos, como se desplaza con tanta seguridad a cuatro patas, en cuanto quiere llegar un poco más allá, vuelve al suelo y llega a la siguiente superficie gateando.

Además, le ha cogido el punto a eso del columpio y ya se agarra solita mientras la empujo. Ya no tengo que estar sosteniéndola, porque ella es capaz de mantenerse segura por sus propios medios. 

En cuanto a la motricidad fina, sus manos se dirigen inequívocamente al objeto que quiere coger, lo toman, lo agitan, se lo llevan a la boca. Come con las manos, por lo que tiene muchas oportunidades de entrenar. A veces, veo cómo hace pinza con el pulgar, pero aún no lo hace de forma consistente.

Está muy atenta a todo y la he pillado moviendo el culete alguna vez al son de alguna música. Supongo que deberíamos ir enseñándola a bailar. Me suena que Pirañita no era mucho mayor cuando empezó.

Ya dice "Papá", "hola", "Mamá", y parloteos varios en general. No creo que sepa lo que dice, ¡pero lo dice tan bien! Me encanta su verborrea.

Se ríe un montón. Se descacharra. Uno de los papás del parque dice que es una cachonda, aunque a veces se ponga seria. Le encantan las cosquillas, las carantoñas, que le hagan caso... Está socializando un montón y me tiene enamorada. Aún extraña un poco, especialmente cuando está cansada, pero se le da genial conquistar al personal con su sonrisa arrolladora.

Con su hermana la relación es preciosa y aterradora a un tiempo. Está deseando jugar con ella, pero como le pega unos viajes de aúpa, a veces llora preventivamente, cuando percibe las "afectuosas" intenciones de su hermana. De todos modos, nadie consigue sacarle una sonrisa tan rápido y fácil como Pirañita. Adora a su hermana, aunque también la teme (y con razón).

Ya come casi de todo. Faltan algunas frutas, de esas que dicen que son más alergénicas, el pescado azul, el cordero (porque en casa no lo hemos comido desde que empezamos la introducción de alimentos), las verduras de hoja (aunque algo de col ha caido en algún puré), la miel... Vamos, las cosas que recomiendan que dejes para el final y aquellas que en casa se comen entre poco y nada. Por lo demás, come exactamente lo mismo que nosotros, cortadito fino y, generalmente, a puñados. También practico el dejarle la cuchara llena para que ella se la lleve a la boca, pero luego no me la quiere devolver. No le gusta que le den de comer, así que no consigo que coma demasiada cantidad, pero, como seguimos con pecho tras cada comida, no me preocupa demasiado. Eso sí, las papillas de desayuno eran un desastre, así que ahora le damos galletas directamente y la leche "recién exprimida" por ella misma.

Por cierto, ¿he dicho que está preciosa? Mucha gente me dice que cada vez está más guapa. Supongo que es porque cada vez es más grandota, está más hechita y más niña y menos bebote, aunque aún me quede bebé para rato (espero).

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