lunes, 30 de julio de 2012

El mar amarillo

No iba a contar esta anécdota, pero a mi marido le parece apropiado y el Superpapá tiene derecho a proponer temas al blog (incluso a escribirlos, si algún día se anima).

Estábamos esta tarde preparando unos folletos de viajes para tirar. Entonces, le mostré el tren que había en la portada de uno de ellos y le dije que era un tren y que, dentro de poco, viajaremos en uno igual para ir a ver a los abuelos.

Después cogí otro folleto y, mostrándole la portada, le dije que eso era el mar. Ella lo miró, lo asimiló, lo señalo y dijo muy segura: "Pis".

Ya sabía yo que el tema del mar acabaría siendo muy escatológico. A ver cómo le explicamos ahora que no debe hacer pis y cacas en la playa...

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