lunes, 4 de noviembre de 2013

20 meses con Cachorrito

Otro mes y yo casi sin enterarme. Me debo estar haciendo mayor, porque se me escapan los días, las semanas y los meses. Incluso los años se me van sin pestañear casi.

Nuestra pequeña campeona está preciosa. Ya es toda una niña de pleno derecho, haciéndose su sitio en el mundo.

La motricidad gruesa sigue progresando. Cada vez corre mejor y cualquier día se soltará a saltar. Además, ya anda como una persona hecha y derecha. Mi patito mareado ya no es más que otra anécdota.

Su motricidad fina también ha mejorado, probablemente propiciado por lo mucho que le gusta dibujar. Ahora bien, si será de pincel o brocha gorda está por definir, porque la paredes de mi casa ya ostentan orgullosas sus garabatos. La verdad es que, hasta cierto punto, esta vena rupestre nos ha pillado desprevenidos, porque Pirañita nunca mostró interés por el arte vertical.

Va hablando más y mejor, tanto con vocabulario en español como en inglés. Además, ya usa palabras en un idioma u otro dirigidas con acierto al interlocutor apropiado: "Mama, vater", "Papá, aua".

Otra de sus venas artísticas es la música. Se pasa el día cantando y bailando. En un momento, se monta ella sola una fiesta que, para los que estamos alrededor, es una auténtico espectáculo. ¡Y cómo lo disfrutamos! 

Cada vez es más sociable y busca a algunos niños en ciertos contextos, más allá de su hermana. Además, habla de ellos, los identifica y disfruta del juego en paralelo.

Con su hermana, la relación sigue siendo muy especial. Se pelean cada vez más, pero también tienen gestos preciosos y se defienden mutuamente. Su relación es como el clima británico: Pasa de la tormenta al sol y del sol a la tormenta varias veces por segundo. 

Las perretas no son ninguna novedad, pero ahora las acuso más. Quizá las tenga más intensas, más frecuentes... No sabría decirlo. Pero ahí están, en todo su esplendor. Alguien esperaría que siendo la segunda supiera cómo afrontarlas como una experta, pero no es cierto. Aunque hago como que no me importan, me sacan de quicio. Y, cuando se pone violenta y a repartir a diestro y siniestro, me cabreo considerablemente.

En general es una niña alegre y divertida, con un carácter de aúpa. Creo que está creciendo para convertirse en toda una mujer el día de mañana. Ojalá nada la tuerza del camino que ha emprendido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario