jueves, 30 de mayo de 2013

Cucharadas de arroz

Ayer por la tarde decidimos quedarnos en casa, porque teníamos a la peque regular de la tripa. Por tanto, estuvimos jugando en casa y yo aproveché para cocinar.

En esas, saqué el arroz y, claro, querían jugar con él.

Dicho y hecho.

Un cuenco con arroz, una cuchara y una huevera para cada una y, ¡a jugar!

Debo reconocer que Pirañita lo hacía con total soltura, pero la que me sorprendió por su habilidad fue Cachorrito. Le hice una demostración de cómo usar la cuchara para pasar arroz del cuenco a la huevera, y lo pilló al instante. Pero no sólo eso, además, fue llenando los huecos uno a uno, hasta que no quedaron más.

Ahí es cuando las madres prudentes cortaréis la actividad. Yo no lo hice.

Cachorrito empezó a meterse cucharadas llenas de arroz crudo en la boca y le encantaron. Pero como, además, estaba mala, le confisqué el material, que fue inmediatamente reclamado por su hermana.




No hay comentarios:

Publicar un comentario