sábado, 11 de junio de 2011

¿Estamos locos?

Enganchadophoto © 2008 Daniel Lobo | more info (via: Wylio)


Ayer leí en 20 Minutos (Madrid) una noticia escalofriante: Habían separado a una madre de su hija porque se negaba a destetarla con 13 meses.

Por lo visto, la mujer, de 22 años, vivía con su hija en una suerte de centro de acogida. Desde asuntos sociales dicen que la lactancia no fue el motivo, sino que la madre tiene un transtorno mental. Sin embargo, parece que la psiquiatra que la ha reconocido no encuentra rastro de dicho transtorno.

Es cierto que, cuando hablas con la gente sobre la lactancia, te miran raro, o directamente te critican, cuando dices que vas a seguir con la lactancia de forma indefinida (no porque sea para siempre, sino porque no sabes cuándo terminará, pero no tienes ninguna prisa). Incluso mi pediatra me miró raro cuando le dije que quería hacer las papillas de Pirañita (el apodo que le pusimos a la peque el día que nació por el bocado que me pegó según alcanzó el primer pezón) con la leche que llevaba un par de meses extrayendo para ello.

Sin embargo, una cosa que es te miren raro o te critiquen y otra bien distinta que te quiten la guarda y custodia de tus hijos. Esto es aún más escandaloso cuando la OMS recomienda 2 años de lactancia (siendo exclusiva sólo hasta los 6 meses). ¿Qué puedes decir cuando las instituciones que teóricamente han de defender los intereses del niño le quitan nada menos que a su madre por suministrarle la mejor leche del mundo?

Como decía un cura que conocí: "¡Vivan la madre que nos parió y los pechos que nos criaron!"

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