jueves, 21 de julio de 2011

¡Bebés al suelo!

Leo con frecuencia a madres preocupadas porque sus bebés de 10 meses o más no gatean, o por bebés de 8 meses que no son capaces de sentarse. Algunos ni siquiera se dan la vuelta para pasar de boca abajo a boca arriba, y viceversa.

Muchas veces, la primera respuesta del entorno es: "No te preocupes, cada niño tiene su ritmo..." Pero yo creo que las mamás hacen bien en preocuparse. Con esto no quiero decir que tengan que salir corriendo al pediatra (aunque sería bueno que se lo comentaran en la próxima visita), pero sí que es razonable preguntarse si no habrá algún problema cuando tu hijo está por debajo de la media a la hora de empezar ciertos comportamientos motrices.

Lo más probable es que el niño que tarda más en alcanzar un estadio de desarrollo motriz lo haga por falta de oportunidad. Si tu bebé está tardando más de lo normal en conseguir sentarse, darse la vuelta o gatear, deberías preguntarte: ¿Cuántas oportunidades doy a mi hijo de "trabajar" esas habilidades?

Un bebé normal debería pasar un buen número de horas durmiendo (es esencial que el bebé esté descansado), un cierto tiempo comiendo (es imprescindible que esté bien alimentado) y, al menos, 4 horas al día en el suelo (algunas de las cuales pueden ser durmiendo, aunque, si has de elegir, mejor que sea cuando está despierto).

Sí, sí, 4 horas. Sí, sí, en el suelo.

Es evidente que no vamos a dejar a nuestro bebé en un suelo sucio o demasiado frío. Utilizaremos alfombras, piezas de esas de puzzle o incluso una manta de actividades para que hagan de aislante. Así mismo, será necesario que esas superficies estén limpias, aunque no es necesario que estén estériles (tampoco te obsesiones con la limpieza).

El niño debería vestir con el mínimo de ropa imprescindible. Una ranita o body será suficiente cuando todavía no gatea. Si está empezando, ponle pantalón largo y calcetines si el clima lo permite. Si en tu casa hace mucho frío para tenerlo poco vestido, sube la calefacción o añade un radiador eléctrico en la habitación en la que se encuentre el niño, siempre cuidando que no se convierta en un foco de riesgo para la integridad del pequeño. Si el niño lleva mucha ropa, le costará moverse, así que tenemos que ponérselo fácil.

Es importante que, una vez en el suelo, estimulemos al niño a moverse. Para ello, podemos servirnos de juguetes, almohadones... Pero lo más importante es que estemos con el bebé. Debemos animarle verbalmente y con nuestro contacto físico. También es importante darle ejemplo. Si queremos que gatee, por ejemplo, es bueno que nos vea gatear a nosotros primero, porque eso hará que desee imitar nuestro comportamiento y, además, le dará una referencia del tipo de movimientos que tiene que hacer para conseguir moverse como nosotros.

Lo normal es que el niño se arrastre antes de gatear. Incluso hay niños que, una vez sentados, "culean" (arrastran el culete) en lugar de gatear. El principal objetivo es que el niño encuentre un modo de desplazarse y muestre interés por el entorno. Si esto es así, es cuestión de dejarle suficiente tiempo en el suelo que sea capaz de moverse con soltura.

Por supuesto, estamos hablando de dejar al niño en el suelo boca abajo. Esto puede inquietar a algunos padres, pues sus niños lloran mucho y parece que se agobian cuando están boca abajo. Conozco la sensación, porque nos pasaba con nuestra peque. Sin embargo, es importante tener en cuenta que sólo estando boca abajo podrán ejercitar los brazos y las piernas lo suficiente como para que sean capaces de sostener su peso. Boca arriba, podrán mejorar destrezas como golpear, agarrar o soltar objetos que cuelguen sobre ellos, pero no tendrán carga suficiente como para mejorar a nivel de fuerza.

Así mismo, hay un hecho poco conocido por muchos padres y es que sus hijos tienen un sistema respiratorio muy precario. Esto significa que no se adaptan bien a las demandas extras que supone hacer un esfuerzo físico grande. Por tanto, para aumentar su frecuencia respiratoria (y también cardíaca) algunos niños lloran, consiguiendo que una mayor cantidad de aire entre en su organismo. De hecho, al poco de empezar a llorar, es frecuente ver a los niños aumentar su nivel de actividad y una mayor cantidad de movimiento es fácilmente observable. Los padres tenemos que aprender a diferenciar este llanto de "esfuerzo" de los llantos asociados a dolor, hambre, sueño... Mientras el llanto sea de esfuerzo, es mejor dejar al niño intentar moverse. Le está costando, pero merecerá la pena. Una vez el niño consigue un logro evidente para ti y para él (avanzar unos centímetros arrastrándose, por ejemplo), abrázalo, bésalo, dile lo orgullosa que estás de él... Ha hecho un gran esfuerzo y ha obtenido un gran logro, no dejes que os pase desapercibido a ninguno de los dos.

También es importante que no dejes que el niño se fatigue demasiado. Si estás con él, pronto sabrás distinguir cuándo empieza a cansarse. Entonces, cámbialo de posición, inicia con él otra actividad... Haz algo distinto con él hasta que esté recuperado y descansado como para volver al suelo boca abajo. Al principio, podrá estar en el suelo boca abajo sólo unos minutos sin fatigarse demasiado. Si es así, no fuerces más, cuando veas que empieza a cansarse cambia de actividad y vuelve cuando vuelva a estar en condiciones óptimas.

Entonces, ¿no has dicho que en el suelo 4 horas al día? Sí, pero no seguidas. Un ratito aquí, otro allá. Igual al principio no son 4 horas, porque tu bebé aún duerme mucho o se fatiga demasiado. No pasa nada. Las 4 horas son un objetivo que alcanzaremos poco a poco. De hecho, cuando empiece a moverse con soltura, tu problema no será qué hacer para dejarle en el suelo, sino cómo convencerle de que hay que hacer otras cosas.

Una cosa que ayuda mucho a los bebés que se angustian boca abajo (y aún más a sus padres) es aprender a darse la vuelta. Próximamente os contaré cómo ayudamos nosotros a nuestra peque a desarrollar esta interesantísima habilidad.

Si queréis saber más sobre cómo ayudar a vuestros bebés a mejorar en su desarrollo motor, os recomiendo leer: "Cómo enseñar a su bebé a ser físicamente excelente", de Glenn Doman. Su programa es muy ambicioso y sólo para mamás a tiempo completo, pero podéis coger ideas para hacer vuestro propio plan de estimulación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario